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Solar Fotovoltaica Cuba

A partir de la desaparición de la Unión Soviética y la intensificación del bloqueo impuesto por EEUU, Cuba ha realizado grandes esfuerzos para conseguir su suministro energético.

Entre sus planes incluyó a la energía solar, fundamentalmente en zonas de difícil acceso donde no llega el sistema eléctrico nacional (consultorios médicos, hospitales rurales, círculos sociales, salas de televisión y escuelas).

En los consultorios médicos se instalaron equipos de 400 W de potencia para aportar energía a 1 refrigerador, 12 lámparas de 15 W, 1 televisor y 1 equipo de radio para comunicarse con los demás consultorios y hospitales.

En las escuelas se instalaron equipos solares para aportar a sistemas de iluminación, televisores y computadoras.

El gobierno construyó salas de televisión en poblados que no tenían electricidad que fueron equipadas con sistemas solares. Cada sala de televisión cuenta con 1 módulo solar, 1 televisor, 1 video y 30 o 50 sillas según la densidad poblacional. La inversión fue de aproximadamente U$D 4500 por sala.

La primera central fotovoltaica a gran escala tiene instalados más de 14.100 módulos de fabricación nacional. La planta está ubicada en la provincia de Cienfuegos. El parque, que se comenzó a construir en 2012, conecta al sistema eléctrico nacional 2,6 MW.

También se han instalado centrales fotovoltaicas conectadas a la red eléctrica en las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba y Santa Clara. Ésta última puede producir energía eléctrica como para abastecer diariamente a unas 750 viviendas y en pleno rendimiento puede aportar al sistema eléctrico nacional unos 962 kW.

El Parque solar fotovoltaico de Pinar del Río ha conectado su primer MW, de los 3 previstos, al sistema eléctrico nacional. Esta instalación, ubicada en la zona de Cayo Cana, aportará energía a algunos pozos que abastecen de agua a la cabecera provincial y a unas 8.000 personas.

En la actualidad ya están activos más de 15 parques fotovoltaicos, en los cuales cada MW instalado, en promedio, puede producir 1,5 GW/h al año; ahorrándole al país 430 toneladas anuales de combustible.

Este salto a las centrales de gran escala demuestra el interés del gobierno por aumentar el uso de la energía solar y la oportunidad de explotar un recurso abundante, ya que el promedio de radiación solar en Cuba es mayor a 1.800 kW/h/m2 al año.

Además, los módulos se fabrican en una factoría ubicada en la provincia de Pinar del Río. La industria local lleva a cabo importantes mejoras tecnológicas en la línea de producción, que alcanzó en 2015 los 60.000 módulos concentrándose en la fabricación de paneles de 250W.

Otra muestra del interés por la energía solar es la decana Cátedra de Energía Solar, que fundada el 6 de septiembre de 2001 en la Universidad de La Habana, reafirma el impulso en el uso de las energías renovables en Cuba y en la que juega un papel destacado la energía fotovoltaica.

Energía solar en Latinoamérica con Sopelia

Solar Térmica Cuba

La población cubana destina entre 529 y 791 GWh/año (un 6% de la energía eléctrica) al calentamiento de agua.

Considerando el estado técnico de las viviendas y la estabilidad del servicio de agua, 1 millón de familias cubanas podrían recibir el servicio de agua caliente empleando energía solar térmica.

El primer anuncio escrito en lengua española sobre tecnología solar térmica comercial, publicado en un medio de difusión masiva, se realizó en un periódico cubano en la década de 1930.

Los equipos introducidos en aquella época procedían principalmente de EEUU y su elevado costo hizo que solo estuviesen al alcance de las clases económicamente más favorecidas del país.

En 1978 se creó un polígono para evaluar equipos solares térmicos y en 1987 se aprobó la Norma Cubana para la instalación de estos sistemas.

En ese período se desarrollaron los primeros modelos adaptados a las condiciones climáticas de la isla y en 1979 se obtuvo la patente cubana de un equipo solar térmico compacto.

Entre 1982 y 1991 se construyeron e instalaron más de 13.000 sistemas solares térmicos de calentamiento de agua en círculos infantiles y otras entidades sociales. La mayoría de estos sistemas están hoy fuera de servicio por problemas tecnológicos y de mantenimiento.

De 1992 a 2006 se instalaron alrededor de 4.000 colectores planos y equipos compactos, muchos de estos importados, y se realizaron esfuerzos para fabricarlos en el país.

En 2007 se adquirieron equipos de tubo de vacío a la República Popular China con el propósito de realizar una prueba piloto.

Aproximadamente el 85% de la capacidad instalada corresponde al sector turístico hotelero.

También se utilizan equipos solares térmicos para aplicaciones como el secado de productos agrícolas e industriales.

Los centros de investigación en energía solar llevan más de 2 décadas trabajando en el desarrollo de modelos y tecnologías de secado solar para maderas, plantas medicinales, granos, semillas y otros productos que ya permiten el uso industrial de estas cámaras proporcionando un gran beneficio económico.

Se ha logrado también el desarrollo de secadores solares con tecnologías muy avanzadas para el curado y secado de tabaco.

Los mencionados centros también trabajan en la utilización de energía solar en cámaras de clima controlado para la producción de vegetales y semillas de alta calidad, la refrigeración y la climatización. La investigación se centra en la producción de patatas, tomates y otros productos que actualmente Cuba se ve obligada a importar.

Proyectos y negocios de energía solar en Cuba y Latam con Sopelia

Cuba Solar

Cuba es uno de los últimos bastiones que se resiste a adoptar el sistema capitalista.

Esto implica prácticamente la inexistencia de iniciativa privada y como consecuencia de esto una gran deficiencia en infraestructuras.

Lo más habitual es hacer una asociación simplista de ideas de «pocos recursos = deficientes capacidades».

Nada más alejado de la realidad.

Como ocurre en otros ámbitos (p.e.: medicina), en el sector de la energía solar en Cuba hay gente con mucha experiencia y un buen know-how.

Por un lado tenemos la importancia que el cubano da a «tener palabra» y por otro lado tenemos los “tiempos” en los que se mueven las cosas en Cuba y el respeto que hay que tener a la cultura libre de prejuicios políticos.

Cuba necesita dar pasos firmes hacia la independencia energética implementando una serie de iniciativas que sean una apuesta de futuro para contrarrestar los problemas que tiene para abastecerse de petróleo y el perjuicio que esto supone para la economía del país.

En 2012 Cuba poseía en su matriz energética un 4 % de energía renovable y las expectativas son de cubrir el 10% con fuentes de energía limpias para el año 2020.

El uso de fuentes renovables ha ayudado a reducir la presión de las comunidades sobre el ecosistema y la deforestación que provoca el uso masivo de la leña.

En el país actualmente operan 13 parques eólicos y 19 plantas bioeléctricas que aportan 633 y 755 MW, respectivamente, al sistema eléctrico nacional.

La soberanía energética perseguida resulta factible con un potencial de 1.100 MW instalables de energía eólica y el alto grado de radiación solar recibido por su territorio que, ubicado en el trópico de Cáncer, alcanza los 5 kWh/m2 diarios de radiación (1.825 kW/m2 al año).

Las primeras experiencias en incorporación de energía solar han estado unidas a proyectos de electrificación rural. Desde finales de los años 80 y principios de los 90, se inició un programa con el objetivo de llevar electricidad a todas las regiones rurales montañosas y de difícil acceso para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Tras el deshielo de relaciones iniciado en diciembre de 2014 por Raúl Castro y Barack Obama y con el proceso de reformas iniciado por Castro en 2008 (creación de la zona especial de desarrollo Mariel y la nueva Ley de inversión Extranjera) el nuevo clima económico propicia el desarrollo de las energías renovables con la presencia de algunas empresas con capital 100% foráneo.

El previsto incremento en la demanda turística para la isla va a producir la activación de la construcción, especialmente de hoteles, impulsando la participación del sector industrial en el desarrollo de las energías renovables.

Cuba estableció el objetivo de 700 MW fotovoltaicos para alcanzar un 24% de renovables en 2030, reducir sus costes energéticos y diversificar su matriz energética actual en la que el 94% de la producción eléctrica se cubre mediante combustibles fósiles (aproximadamente 50.000 barriles de crudo diarios de producción propia + 75.000 importados).

El Fondo para el Desarrollo Abu Dhabi permitirá a Cuba diversificar su matriz energética y potenciar las energías renovables, especialmente la solar y la eólica.

Este fondo, que proporciona apoyo financiero a países en desarrollo, dará soporte a un proyecto de generación de energía solar de 10 MW, que incrementará en un 50% la potencia instalada actual.

También promueve un proyecto progresivo hasta 2017 para desalinizar agua incorporando en las nuevas plantas tecnología fotovoltaica y mini eólica.

Negocios en energía solar en Latinoamérica con Sopelia