Solar Fotovoltaica Chile

El norte de Chile es la región con la mayor radiación solar del mundo.

La tecnología fotovoltaica fue introducida en los años 90 en el marco de programas de electrificación rural.

En el área de la generación eléctrica a gran escala se ha creado en los últimos años un marco legal y económico que ha impulsado fuertemente su desarrollo.

La rapidez con la que ha avanzado el país lo ha posicionado cómo líder de la región, por sobre México y Brasil, en cuanto a crecimiento.

Chile tenía en 2012 sólo 5 MW y comenzó el 2013 con 11 MW de capacidad solar instalada.

Lideró el sector fotovoltaico de la región en 2014 con más de ¾ del total. Solo en el cuarto trimestre de ese año instaló el doble del total instalado en América Latina en todo 2013.

En septiembre 2015, 741 MW de centrales fotovoltaicas se encontraban en operación, generando 131 GW/h y cubriendo 2,3% de la producción eléctrica del país.

Un total de 2,11 GW en proyectos fotovoltaicos se encuentran en construcción y se dio luz verde para otros 9 proyectos fotovoltaicos que suman una potencia de 793 MW.

En conjunto, los proyectos fotovoltaicos con permiso ambiental pero sin las obras iniciadas sumaban 10,33 GW en septiembre 2015.

Sin embargo, el sector calcula que durante 2015 sólo se instalará 1 MW de energía fotovoltaica a pequeña escala producto de la entrada en vigencia de la ley de generación distribuida.

El diagnóstico pesimista se debe a que a no están dadas las condiciones para que se dé un verdadero desarrollo, como ocurre con los proyectos a gran escala.

Para lograr una masificación de las instalaciones fotovoltaicas distribuidas es necesario crear confianza con información clara; mejorar el sistema de categorización de instaladores autorizados; simplificar los procesos de solicitud, registro, cambio de medidor y contratación; igualar tarifa de energía consumida con inyectada; facilitar el acceso a financiamiento.

La Ley 20.571 se promulgó en marzo de 2012. Recibió el nombre de «Net Billing», porque la electricidad consumida y la inyectada se valoran a tarifas distintas.

Para un cliente BT1 significa que los excedentes se valuarán a un 50% del valor al cual compra la electricidad a la empresa distribuidora. Esto difiere de la redacción original del proyecto, que proponía una remuneración equivalente al costo de la distribuidora, menos el 10% correspondiente a gastos de administración, facturación y mantenimiento de las líneas de distribución.

Para que realmente funcione la generación distribuida debería realizarse una modificación de la ley hacia un sistema Netmetering, siguiendo la tendencia de los países y estados en los cuales se han logrado desarrollos importantes en la energía fotovoltaica distribuida.

Con el actual sistema de Net Billing el pay back puede llegar a ser de más de 10 años para instalaciones ubicadas en la RM, mientras que con un sistema Netmetering podría reducirse considerablemente.

Solar Térmica Chile

En Chile la energía entendida como negocio ha provocado que la solar térmica para aplicaciones domésticas no sea subvencionada, manteniendo el apoyo a los hidrocarburos.

Es más fácil impulsar el alza de precios en las tarifas eléctricas residenciales, que no pueden acceder a contratos directos y se ven sometidas al sistema pool de generación con intermediarios.

El presupuesto 2014 dejó afuera los subsidios de infraestructura solar para viviendas sociales, a pesar de que se planteó la necesidad de prorrogar la Ley 20.365 y que esto fuese incluido en el presupuesto.

Como la ley no fue prorrogada, unos 2 millones de chilenos se quedaron sin la posibilidad de contar con agua caliente gratis en sus viviendas y la industria solar térmica volvió a fojas 0 después de un gran auge.

La Ley 20.365 buscaba crear un mercado natural que hiciera innecesario el subsidio tras 5 años, pero como sólo duró 2 años, no cumplió con ese objetivo.

El pasado martes 12 de enero de 2016 el proyecto que extiende la ley 20.365 y crea un subsidio directo para sistemas solares térmicos en viviendas sociales superó su último trámite en las dos cámaras del Congreso. Ahora sólo falta que la ley sea publicada en el Diario Oficial para que entre en vigencia.

Para la industria solar térmica ha sido demasiado extenso el tiempo de espera de esta ley.

Se diluirán nuevamente los efectos de esta extensión si no se adoptan políticas permanentes a favor de mantener los incentivos a la energía solar térmica por parte de particulares y empresas.

No solamente es importante el desarrollo de la energía solar térmica en el sector residencial. La minería de cobre, lácteos, vinos, hormigón, panaderías, aserraderos y papeleras presentan también oportunidades de incorporación de energía solar térmica.

La mayoría de industrias identificadas con potencial para incorporar energía solar térmica se encuentran en la RM, por la concentración de plantas industriales.

Las oportunidades de implementación en la VIII región son escasas porque la energía solar térmica actualmente no es competitiva con el uso de biomasa, combustible abundante en esta región.

Existen razones de peso para fomentar el desarrollo de sistemas solares térmicos:

* Es clave para los inmuebles que quieran obtener el «Sello Energético para Viviendas»

* Se estima que en cada vivienda que se instale un equipo solar térmico se dejarán de producir 16 toneladas de CO2 durante su vida útil

* El desarrollo de capacidades y empresas y el desarrollo tecnológico del sector

* Cada peso que el estado invierte tiene una elevada rentabilidad social

Chile Solar

La exitosa reforma del sector eléctrico chileno, en la primera mitad de la década de 1980, propició la desagregación vertical y horizontal de la generación, transmisión y distribución; y la privatización a gran escala.

El sector eléctrico se basaba en la generación de energía térmica e hidroeléctrica.

Tras los cortes de gas natural provenientes de Argentina, en 2007 Chile comenzó la construcción de su primera planta de gas natural licuado y de regasificación en Quintero para asegurarse el suministro.

Además, se construyeron nuevas centrales hidroeléctricas y de carbón.

Sin embargo, el desarrollo que han alcanzado las energías renovables en los últimos años es realmente importante.

En 2015 se ha producido un 10% de energía renovable del total de la matriz energética. Sólo 5 años antes, la cifra era del 1,47%.

En julio de 2015 la generación eléctrica fue de 6.163 GWh, con 617 GWh atribuibles a energías renovables (14% solar).

Por si esto fuera poco, entre 2015 y 2017 Chile duplicaría su actual capacidad de generación a partir de renovables con 2,4 GW de proyectos en ejecución (la potencia renovable instalada actual es de 2,2 GW), superando su objetivo para 2025 del 20% de generación con energías limpias.

La Hoja de Ruta señala que al menos un 70% de la matriz eléctrica en 2050 debe provenir de fuentes renovables, con énfasis en energía solar y eólica, complementadas con nuevos desarrollos hidroeléctricos.

Las proyecciones señalan que para el 2030 el aporte renovable podría alcanzar entre el 35% y 40%.

El Gobierno de Chile otorgó autorización para construir la planta de almacenamiento de energía solar más grande del mundo en la región norteña de Atacama, que aportará 260 MW al Sistema Interconectado Central.

Copiapó Solar, con una inversión de U$D 2.000, incorpora un sistema híbrido de torres de concentración equipadas con almacenamiento térmico de sal fundida en combinación con paneles solares fotovoltaicos y comenzaría a operar en 2019.

La otra cara de la moneda es la falta de una postura más concreta y proactiva en relación a la generación distribuida y a la energía solar térmica, soluciones que tienen un positivo y directo impacto en el bienestar de la comunidad y de las Pymes, además de democratizar el sector energético.

La situación más preocupante es la de la industria solar térmica con escaso desarrollo desde que, en diciembre de 2013, la ley que le dio impulso dejó de existir.

Respecto al desarrollo solar fotovoltaico de pequeña generación, la esperada entrada en vigencia de la Ley 20.571 en octubre 2014, que permite que pequeños generadores (menores a 100 KW) puedan aportar sus excedentes de autoconsumo a la red eléctrica, no tuvo los resultados esperados.

A mediados de 2015 sólo se había concretado 1 conexión y 202 estaban en trámite.

El país quiere ser potencia solar y no fomenta su uso masivo. Suena contradictorio.

Esto ocurre porque Chile aún está enfocado en el antiguo modelo de sector eléctrico, que consiste en grandes plantas de generación, las necesidades de transmisión asociadas y la clásica distribución de electricidad.

Intuimos que el moderno modelo de sector eléctrico se basa en 3 pilares: eficiencia energética, generación distribuida y energías renovables.

El gran potencial que tienen las tecnologías solares a pequeña escala aún no se está aprovechando porque se requieren incentivos más potentes para acelerar su desarrollo.

Créditos blandos para Pymes y particulares y un sistema Net metering más atractivo podrían generar un gran impacto y convertir a Chile en una potencia en autogeneración.

Respecto del tejido empresarial, la solar fotovoltaica tiene predominio sobre la térmica. Son mayoría las pequeñas empresas y generalmente no se dedican en exclusividad a la energía solar como negocio.

Solar Fotovoltaica Brasil

La energía solar fotovoltaica en Brasil ha dado pasos importantes en el autoabastecimiento y balance neto.

La generación distribuida está introduciéndose en el país con más facilidad que las instalaciones a gran escala.

Se está apostando por un modelo de generación de plantas de pequeña y mediana potencia y autoconsumo, para hogares y empresas.

Esta es una excelente noticia.

En 2012 se aprobaron normas destinadas a reducir barreras para la instalación de generación distribuida de pequeña potencia para microgeneración (hasta 100 kW) y minigeneración (100 kW a 1 MW).

Desde su publicación en 2012 hasta marzo de 2015, se instalaron 534 sistemas (500 fotovoltaicos, 19 eólicos, 10 híbridos solar /eólica, 4 de biogás y 1 hidráulico).

A finales de 2015 el gobierno lanzó el programa ProGD que contempla exenciones impositivas y líneas de crédito especiales. Con él espera alcanzar 23.5 GW de instalaciones, la mayoría de fotovoltaica, para 2030.

Para alcanzar este objetivo, antes deben reducirse las barreras a la conexión a red, armonizar las normas del sistema de compensación de potencia con los términos de la oferta, aumentar el público objetivo y lograr mejoras en la aplicación de la norma.

El gobierno ha anunciado una reducción del impuesto ICMS (Imposto sobre Circulação de Mercadorias), que grava 18% promedio a la importación y es uno de los más altos del mundo.

También ha anunciado en 2016 la exención del Impuesto de Productos Industriales (IPI) para componentes fotovoltaicos que no se producen localmente.

Estas tasas e impuestos sumados a la Certificación Inmetro (Instituto Nacional de Metrología, Normalización y Calidad Industrial) y a la Tasa Suplementaria ISS, que retienen las municipalidades sobre los servicios no gravados por el ICMS (2% al 5%) representan una importante barrera para el desarrollo de la fotovoltaica en Brasil.

Fuentes del sector indican que hoy importar los insumos para producir energía solar en Brasil, significa soportar una carga fiscal entre el 60% y el 405%.

La oportunidad para la energía solar fotovoltaica a gran escala ha llegado con la participación, por primera vez, en la subasta de energía A-5 en diciembre de 2013 y la subasta realizada en el estado de Pernambuco ese mismo año.

Las plantas Fontes Solar I y II con 11 MW en Tacaratu, Pernambuco, se suman al parque eólico Fontes dos Ventos, de 80 MW, para formar un complejo híbrido solar-eólico de 91 MW; el primero en su tipo en el país.

Ambos proyectos solares tienen un acuerdo de compra de energía (PPA) a 20 años y forman el mayor parque fotovoltaico en operación en el país.

En el curso de la 1ª Leilão de energía de Reserva 2015, promovida por el Gobierno Federal Brasileño, han sido adjudicados 1,043 GWp. a 30 proyectos fotovoltaicos que movilizarán una inversión de más de U$D 1.187 millones.

El precio medio final contratado de 83,3271 U$D/MWh implica un descuento del 13,5% respecto del precio inicial y un gran éxito, alcanzando uno de los precios más bajos del mundo.

Los proyectos adjudicados se ubicarán en los estados da Bahia, Piauí, Paraíba, Minas Gerais y Tocantins. Son contratos de compra-venta de energía con una duración de 20 años, válidos a partir de 1º de agosto de 2017.

El último plan fotovoltaico del gobierno establece un objetivo para 2024 de 7 GW en grandes instalaciones y de 1.32 GW en generación distribuida, duplicando sus planes previos para 2023.

En 2015 comenzó a operar en Valinhos la primera fábrica de paneles solares de Brasil con una capacidad anual de producción de 580.000 paneles.

Se pretende implementar una nueva línea de producción en 2016 para la fabricación de hasta 1 millón de paneles al año.